Recent Comments

    Archives

    Su cuerpo le habla. ¿Está escuchándolo?

    Tres mujeres que no se conocen entre sí, con procedencias y experiencias existenciales muy diferentes tienen al menos una poderosa similitud: son sobrevivientes de cáncer ginecológico. Janet, Sharolyn, y Teresa presentaron diferentes señales y síntomas. Y las tres afirman que el conocimiento de sus cuerpos y lo que resulta normal en los mismos, el reconocimiento de los síntomas y la búsqueda de atención médica a tiempo marcaron la diferencia.

    Según la campaña Inside Knowledge de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) cada año en los Estados Unidos se les diagnostica cáncer ginecológico a cerca de 89,000 mujeres. Los cinco tipos de cáncer más comunes son: del cuello del útero, ovárico, uterino, vaginal, y vulvar. Sin embargo, solo se recomiendan pruebas de detección en los casos de cáncer en el cuello del útero (la prueba citológica o Pap no detecta otro tipo de cáncer). Con frecuencia, la posibilidad de detectar precozmente el cáncer ginecológico – etapa en que funciona mejor el tratamiento – depende de que la paciente conozca bien su cuerpo, reconozca los síntomas, y acuda al médico cuando cree que las cosas no marchan normalmente.

    Janet, a sus 54 años, estaba bien consciente de haber pasado la menopausia. Sin embargo, comenzó a padecer repentinamente de hemorragias que, según ella, eran similares a “mini-menstruaciones.” La mujer, residente en Pensilvania, acudió a su médico, el cual le realizó varias. Janet, directora creativa, esposa y madre de dos hijos, se enteró que padecía de cáncer ovárico.

    “Si no hubiera mencionado las hemorragias, el médico no habría podido actuar con tanta rapidez, y los resultados habrían sido muy diferentes,” asegura Janet.

    Sharolyn, enfermera nacida en Virginia, acababa de contraer matrimonio e intentaba salir embarazada en el momento del diagnóstico. Reconocer síntomas inusuales contribuyó a salvar su vida. Inicialmente, Sharolyn comenzó a padecer de un dolor abdominal que no se aliviaba. Pero las cosas empeoraron. Y cuando empezó también a sufrir náuseas, llamó a su médico. Los resultados de las pruebas que le hicieron mostraron que padecía de cáncer ovárico.

    “Nadie pensaba que podría sobrevivir seis meses al cáncer inicial,” recuerda Sharolyn. “Pero han transcurrido 33 años y aquí estoy.”

    Teresa, ex administradora universitaria de Illinois, notó un abultamiento anormal y pensó que era un vello enconado y no había razón para preocuparse. Pero consultó el asunto con su médico, y quedó atónita al enterarse de que se trataba de un cáncer vulvar. Pero gracias al tratamiento, su pronóstico a largo plazo es esperanzador.

    “Prefiero estar abochornada y viva que mojigata y muerta,” afirma Teresa. Su cáncer fue producido por el virus del papiloma humano (VPH). En la actualidad habla con grupos de muchachas jóvenes y sus familiares sobre la vacuna contra el VPH, también relacionado con el cáncer del cuello del útero y uterino.

    Las señales y la sintomatología de cada tipo de cáncer difieren ampliamente, y no todas las mujeres presentan los mismos indicadores. Usted puede conocer los síntomas en la campaña Inside Knowledge de los CDC. Para obtener más información sobre los canceres ginecológicos, llame al número telefónico 1-800-CDC-INFO o visite el sitio Web de la campaña Inside Knowledge: Get the Facts About Gynecologic Cancer (www.cdc.gov/cancer/knowledge). También puede tener acceso a información referente a mujeres sobrevivientes de cáncer ginecológico, y contar su propia historia.


    Leave a Reply

    Your email address will not be published. Required fields are marked *