Vehículo nuevo vs. Usado: ¿Cuál es la opción más beneficiosa al medio ambiente?

Comprar un vehículo nuevo para reducir su huella de carbono tiene su lógica. Sin embargo, sorprendentemente, quedarse con el que ya tiene en su garaje, o sustituirlo por uno usado con más eficiencia en consumo de combustible, podrían ser opciones más favorables al medio ambiente. Esto se debe a que la fabricación de un coche nuevo requiere gran cantidad de energía y materias primas. “La situación varía de acuerdo al modelo, pero es razonable el estimado de que la construcción de un vehículo mediano de $ 30,000 generará gases de invernadero equivalentes a 14 toneladas métricas de dióxido de carbono”, explica Tom Taylor, vicepresidente de RockAuto.com.
Actualmente, la edad promedio de los automóviles en circulación es de unos 11 años. Datos provenientes de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) revelan que, como promedio, los vehículos (coches y camiones) fabricados en el 2005 emiten 447 gramos de CO2 por milla recorrida. Por su parte, se espera que uno del 2016 genere unos 90 gramos menos por milla con relación a la cifra anterior. La producción de menos CO2 es beneficiosa, pero se necesitaría recorrer más de 150,000 millas para que esos 90 gramos en ahorros de CO2 pudieran compensar los 14,000 kg (14 toneladas métricas de CO2) que se genera en la fabricación del nuevo coche. Y especialmente en el caso de las personas que no manejan demasiado, podría ser más favorable al medio ambiente tener un vehículo usado mejor mantenido que fabricar uno nuevo.
¿Cuánto se ahorra con un vehículo eléctrico?
Aunque los coches eléctricos no tienen tubos de escape, su fabricación implica “emisiones de CO2” generadas por la instalación que le suministra electricidad. EPA estima que esas emisiones de CO2 con respecto a la mayoría de los vehículos eléctricos totaliza unos 100 gramos por milla. O sea, unos 347 gramos menos en comparación con lo que produce el vehículo promedio fabricado en el 2005. Sin embargo, se necesitaría recorrer más de 40,000 millas antes que el automóvil eléctrico haya ahorrado suficiente CO2 para compensar en primera instancia los gastos de gas de invernadero emitidos en su construcción.
Costo medioambiental del mantenimiento de vehículos más antiguos
¿Qué se puede decir entonces con respecto al equivalente en CO2 emitido en la fabricación de piezas de repuesto para vehículos más antiguos? Las pastillas de freno, amortiguadores, neumáticos y otras piezas de desgastan durante la circulación del automóvil. Por suerte, a menos que se produzca un accidente, la estructura que conforma la mayor parte del vehículo nunca tendrá que reemplazarse.
Asimismo, gran parte de las piezas de repuesto más pequeñas como los alternadores y piezas de mayores dimensiones como motores y transmisiones se pueden reacondicionar. El reacondicionamiento o refabricación consiste en la sustitución de los componentes desgastados solamente. Los revestimientos de protección y otras piezas grandes se pueden limpiar, remodelar y volverse a usar. “El reacondicionamiento ahorra más del 80 por ciento de la energía y materias primas necesarias para fabricar una pieza nueva desde cero”, añade Taylor. Y menos energía y materiales implica menos emisiones de CO2.
Los fabricantes de vehículos están usando más materiales reciclados y actualizando instalaciones para gastar menos energía. Las “emisiones de CO2” pueden disminuir en la medida que una instalación encuentre formas de generar electricidad nuevas y más beneficiosas al medio ambiente. Sin embargo, darle el mantenimiento requerido al automóvil que ya posee o comprar uno usado más eficiente en consumo de combustible, pueden ser magnificas opciones si quiere reducir su huella de carbono.

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